sábado, 2 de agosto de 2014

El señor Pene

En un teatrillo de calle en la ciudad santa de Ávila, muy santa, el señor pene pidió permiso para colocarse el condom, ese objeto tan cotidiano que evoca placer y también profilaxis, pero que sin embargo la iglesia católica sigue teniendo prohibido en el mundo entero. En el medio del teatro surgió cierta tensión, algunos abandonaban la sala, protegiendo a sus criaturas, otros no se atrevían a mirar al señor pene encapuchado cuando pasaba a su lado, y es que claro en sus escuelas católicas les enseñan que eso es pecado, cuando menos abortivo.


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